Aplicaciones potenciales del cannabis y los cannabinoides en el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias y en la reducción de daños
Autores:
José Carlos Bouso, Rafael G. dos Santos y Jaime Hallak.
Libro:
Advances in Psychedelic Medicine: State-of-the-Art Therapeutic Applications
Año:
2019
Sobre el estudio
Este artículo representa el capítulo 8 del libro Advances in Psychedelic Medicine: State-of-the-Art Therapeutic Applications, editado por M. Winkelman y B. Sessa, y publicado por ABC-CLIO como parte de un proyecto sobre plantas psicoactivas y salud pública.
Con la regulación del uso médico del cannabis en diferentes países, el acceso a éste por parte de sujetos con trastornos por consumo de sustancias es cada vez mayor. En el caso concreto del cannabis fumado, las personas drogodependientes lo utilizan como sustituto de drogas más tóxicas o para hacer frente al ansia de consumo y a los síntomas de abstinencia.
Para la mayoría de los consumidores de drogas, el cannabis constituye una parte muy importante de su identidad, por lo que un enfoque más racional para obtener buenos resultados en el tratamiento de las drogodependencias tendría que tener en cuenta este importante aspecto. Por lo tanto, los tratamientos de las drogodependencias y los programas de reducción de daños deberían ir más allá de la perspectiva clínica para alcanzar una visión global del fenómeno.
Resumen
La historia del uso del cannabis para el tratamiento de trastornos relacionados con sustancias y la reducción de daños es relativamente reciente. Aunque la evidencia del uso del cannabis para el tratamiento de múltiples trastornos, incluyendo condiciones tan variadas como el dolor y la malaria, se ha documentado a través del tiempo y las culturas, el uso de cannabis herbal para el tratamiento del abuso y la dependencia de drogas surgió con la legalización del cannabis medicinal en Canadá y varios Estados de Estados Unidos en los últimos veinte años.
California fue el primer estado en legalizar el cannabis medicinal en 1996. Desde entonces han surgido pruebas de la investigación preclínica, la investigación etnográfica, los estudios observacionales y unos cuantos ensayos clínicos, algunos de ellos todavía en desarrollo.
Además, en la última década, varios estudios preclínicos y clínicos están mostrando pruebas de que el cannabidiol (CBD) podría ser una opción de tratamiento para los trastornos relacionados con sustancias. Después del delta-9-tetrahidrocannabinol (o simplemente THC), el CBD es el segundo cannabinoide más abundante en la planta de cannabis. A diferencia del THC, el CBD no produce euforia ni déficits cognitivos, por lo que no tiene potencial de abuso.
En este capítulo se habla tanto del tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias como de la reducción de daños, reconociendo que son conceptos que se refieren a cuestiones y prácticas completamente diferentes.
Decidimos utilizar este enfoque porque casi todas las pruebas procedentes de estudios observacionales sugieren que el cannabis herbal no siempre se utiliza para alcanzar la abstinencia completa de otras drogas, sino más bien para mejorar la calidad de vida o como sustituto de drogas más peligrosas como la cocaína y la heroína.
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