Dainius Pūras, Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, presentó su Informe provisional ante la Asamblea General de Naciones Unidas durante el pasado mes de octubre. En este informe, el relator hace un llamado por la inclusión de enfoques de educación sanitaria basados en derechos humanos para que el personal médico actúe acorde, y se promuevan sistemas de salud inclusivos en los que se trate a los pacientes con dignidad e igualdad.
Este documento también resalta la importancia de abordar los determinantes sociales y subyacentes de los problemas de salud, como la pobreza, la discapacidad, el consumo de drogas y las enfermedades de salud mental.
Contribución de ICEERS al informe
En los meses previos a la presentación de este informe, Naciones Unidas llevó a cabo un proceso de consultas con la sociedad civil, en el cual la fundación ICEERS participó mediante la elaboración de un informe en el que se realizaron recomendaciones al relator especial dentro de dos grandes ejes de acción:
- La educación médica basada en derechos humanos.
- La educación médica como modelo democrático con bases comunitarias, de derechos humanos y con perspectiva de género.
Respecto al primer aspecto, ICEERS recomendó que el personal biomédico se informe sobre los posibles beneficios y riesgos de las medicinas psicoactivas tradicionales, y acerca del papel que desempeñan en las comunidades, así como en la medicina tradicional, las prácticas y sistemas de salud. Sobre el segundo eje, ICEERS condenó que una gran parte del cuerpo de investigación biomédica con plantas psicoactivas tradicionales haya excluido sistemáticamente la investigación democrática basada en comunidades y derechos humanos, pues la medicina ancestral no sólo debe involucrar a la medicina convencional, sino que debe incluir necesariamente enfoques de otras disciplinas. Introducir esta dimensión al educar a los profesionales de la salud, además de equilibrar los paradigmas biomédicos con los derechos humanos, en primer lugar, proporcionará a las comunidades indígenas acceso al más alto nivel posible de salud física y mental, así como el derecho a beneficiarse de los avances médicos, y en segundo lugar brindará la oportunidad única de aplicar el conocimiento tradicional en intervenciones médicas contemporáneas.
¿Por qué es necesario incluir enfoques de educación sanitaria basados en derechos humanos?
El informe del relator especial ilustra cómo la educación a personal sanitario basada en derechos humanos ayudará a desvanecer jerarquías que privilegian la especialización médica y que se suman a la falta de personal sanitario dedicado al cuidado primario y comunitario (1). Asimismo, el relator enfatiza la importancia de abordar los determinantes de la salud, «en particular la desigualdad, la discriminación, la violencia y las condiciones ambientales» (p. 5), pues la atención médica sólo representa entre el 10 y 20 por ciento de los factores modificables para lograr tener una población saludable (p. 10).
Adicionalmente, el documento pone en evidencia cómo la formación médica no presta la debida atención a ciertos grupos de la sociedad; reporta haber reunido testimonios sobre la renuencia de algunos médicos de trabajar con grupos en situación de vulnerabilidad, como personas que viven en pobreza extrema, usan drogas o no tienen un hogar. El relator insta a «orientar los conocimientos, las competencias y los valores de los futuros médicos a alentarlos a interactuar con esos grupos y evitar la tendencia a ignorar el sufrimiento, que es incompatible con la esencia y propósito de la profesión medica» (p. 12).
La inclusión de enfoques de educación sanitaria basados en derechos humanos constituye un paso fundamental hacia la provisión universal e integral de servicios médicos de calidad.
Un modelo de educación sanitaria apegado a los derechos humanos no sólo beneficia a los pacientes al ser tratados con dignidad y respeto, sino que da una oportunidad única a la ciencia médica moderna de revalorizar e incluir conocimiento médico ancestral a prácticas actuales.
Derecho al disfrute del más alto nivel de salud física y mental
La lucha contra los determinantes sociales y subyacentes es una condición necesaria para mejorar indicadores de salud pública, y es necesario detener de inmediato la discriminación en la atención médica. En ICEERS consideramos que, en línea con el plan de acción de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la salud mental, es importante que las y los profesionales de la salud estén bien informados de las prácticas indígenas locales y colaboren estrechamente con el personal de salud tradicional que tiene diferentes cosmovisiones y concepciones plurales sobre lo que es la salud.
~ Jorge Guerrero
Fuente: Organización de las Naciones Unidas. «Informe provisional del Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental». 16 de julio de 2019.
(1) «La OMS calcula que, en 2030, cuando debería haberse logrado la cobertura sanitaria universal en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, habrá un déficit de 14,5 millones de trabajadores sanitarios, concretamente, de 2,3 millones de médicos, 7,6 millones de enfermeros y 4,6 millones de otros trabajadores sanitarios» (p. 7).
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