Desintoxicación de metadona utilizando dosis bajas, repetidas y crecientes de ibogaína: un caso real
Autores:
Clare Wilkins, Rafael G. dos Santos, Jordi Solà, Marc Aixalà, Pep Cura, Estefanía Moreno, Miguel Ángel Alcázar Córcoles, Jaime E. C. Hallak y José Carlos Bouso.
Revista científica:
Journal of Psychedelic Studies
Año:
2017
Sobre el estudio
Este estudio presenta el caso de una desintoxicación exitosa tras una dependencia prolongada a la metadona utilizando dosis bajas, repetidas y crecientes de ibogaína. Se trata del primer informe que describe un tratamiento con ibogaína con dosis bajas y acumulativas para abandonar un tratamiento de mantenimiento con metadona.
La investigación se centra en una mujer de 47 años que había tomado metadona durante 17 años para tratar su anterior dependencia de la heroína. Un año después del estudio con ibogaína, ya no se encontraba en tratamiento con metadona ni presentaba síndrome de abstinencia.
Descubrimos que dosis bajas, múltiples y crecientes de ibogaína pueden proporcionar una alternativa exitosa a los métodos clásicos basados en la desintoxicación convencional, reduciendo significativamente o incluso eliminando los síntomas de abstinencia, y devolviendo el sistema a su estado fisiológico normal.
Resumen
Antecedentes y objetivos: La ibogaína es un alcaloide natural que se ha utilizado en las últimas décadas como coadyuvante para el tratamiento de la abstinencia de opiáceos. A pesar de los resultados beneficiosos que sugieren los estudios en animales y las series de casos, faltan ensayos clínicos para evaluar la seguridad y la eficacia de la ibogaína. Además, la mayoría de los informes describen casos de individuos dependientes de la heroína, con y sin uso concomitante de metadona, que utilizan altas dosis de ibogaína. Por lo tanto, no está claro si la ibogaína a dosis bajas podría utilizarse terapéuticamente en personas en tratamiento de mantenimiento con metadona (TMM).
Métodos: Informe de un caso de una mujer en TMM durante 17 años que realizó un autotratamiento con varias dosis bajas y acumulativas de ibogaína durante un período de seis semanas.
Resultados: La paciente eliminó con éxito su abstinencia de metadona con ibogaína. Cada administración de ibogaína atenuó los síntomas de abstinencia durante varias horas y redujo la tolerancia a la metadona hasta que todos los signos de los síntomas de abstinencia desaparecieron al final del tratamiento. No se observaron efectos adversos graves, y en ningún momento las medidas del QTc alcanzaron puntuaciones clínicamente significativas. Doce meses después del tratamiento, ya no seguía ningún tratamiento con metadona.
Conclusiones: Hasta donde sabemos, este es el primer informe de un caso que describe un tratamiento con ibogaína utilizando dosis bajas y acumulativas en una persona que sigue un TMM. Aunque preliminar, este caso sugiere que las dosis bajas y acumulativas de ibogaína pueden reducir los síntomas de abstinencia en pacientes sometidos a TMM.
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Categories:
Estudios y publicaciones
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estudio
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