El turismo de la ayahuasca: quién, cómo y dónde

Carlos Suárez Álvarez | 30 agosto

Revisamos Aya Advisor y Retreat Guru, buscamos en Google y Facebook, enviamos mensajes y volvimos a comprobar los datos. Estos esfuerzos fueron para responder a dos preguntas clave planteadas en algunos círculos de investigación: ¿cuántos centros de retiro de ayahuasca operan en la Amazonia? ¿Y cuántas personas los visitan?

Esta investigación, esbozada exhaustivamente en este informe, nos llevó a estimar que había al menos 232 centros de retiro operando en los países amazónicos (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú) y Costa Rica en 2019. Costa Rica ha surgido como un lugar preferido por los empresarios de la ayahuasca para establecer dichos centros.

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Perú es el país con más centros. Hay dos razones principales para ello. El país tiene una tradición ayahuasquera muy arraigada. Los conocimientos tradicionales y las prácticas ayahuasqueras de las comunidades amazónicas fueron declarados oficialmente Patrimonio Cultural de la Nación. Además, se han desarrollado dinámicos negocios turísticos en ciudades como Iquitos, donde se ubican la mayoría de los centros. El Valle Sagrado tiene la ventaja de su proximidad a las popularmente visitadas Cuzco y Machu Picchu, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes no pueden o prefieren no adentrarse en la selva amazónica.

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El fenómeno de los centros de retiro es casi irrelevante en Brasil y Colombia. La seguridad pública en la región colombiana del Putumayo resulta precaria e inadecuada para el turismo. Además, existe una larga tradición de taitas itinerantes, que viajan de ciudad en ciudad para facilitar las ceremonias. En Brasil, las iglesias ayahuasqueras son la forma más popular en que la gente se involucra con la ayahuasca.

Visitantes y servicios

Una vez identificados los centros que operaron en 2019, se les hicieron dos preguntas: ¿cuántas personas los visitaron ese año? Y ¿cuántas raciones tomó cada una de ellas durante el retiro? Un total de 35 centros respondieron, proporcionando información sobre 9.436 personas que se sometieron a un total combinado de 32.083 experiencias con ayahuasca. Normalmente, cada retiro dura una semana, durante la cual los participantes consumen ayahuasca entre tres y cuatro veces.

Para estimar el número total de individuos que tomaron ayahuasca en centros de retiros turísticos, extrapolamos los datos de estos 35 establecimientos a los 232 centros que se estimaba que estarían en funcionamiento en 2019. El resultado fue que los 232 centros de retiro de la Amazonía y Costa Rica habrían recibido a 62.000 personas, proporcionando alrededor de 210.000 experiencias ese año.

También nos interesaba centrarnos en las estadísticas de Perú, el país del turismo ayahuasquero por excelencia. De los 35 centros que respondieron, 28 estaban ubicados en el país. Estos 28 centros recibieron 5.888 visitantes y ofrecieron 23.373 experiencias. Extrapolando estos datos a los 173 centros que operan en Perú en 2019, estimamos que el país recibió a más de 36.000 personas y facilitó más de 160.000 experiencias con ayahuasca.

Edad media y poder adquisitivo

Pudimos trazar el perfil de las personas que acuden a los centros de retiro gracias a los valiosos datos proporcionados por la Global Survey of Ayahuasca Drinking (GSAD), una exhaustiva encuesta mundial dirigida por la Universidad de Melbourne en colaboración con ICEERS. La encuesta preguntó a casi 11.000 personas sobre su experiencia con la ayahuasca en todo el mundo. Más de mil de ellas habían tomado principalmente la bebida amazónica en Perú. El número de hombres y mujeres turistas de ayahuasca era aproximadamente igual. La edad media a la que empezaron a tomar la medicina era de 35 años, lo que indica una franja de edad superior a la edad media a la que la gente suele empezar a experimentar con otros psicodélicos.

El cuarenta por ciento (40%) de los encuestados había consumido ayahuasca entre una y cinco veces en su vida. Además, alrededor del 80% la había tomado menos de 25 veces, lo que sugiere que la ayahuasca se suele tomar en entornos controlados y no en exceso. Dos de cada tres turistas de ayahuasca tenían al menos un título universitario. Más del 60% ocupaban puestos directivos y trabajaban en profesiones liberales, lo que sugiere una posición socioeconómica alta.

Prosperidad y accidentes mortales

En 2019, el precio típico de un retiro de una semana rondaba los 1.000 dólares. Si nuestra estimación es correcta de que hubo 62.000 turistas de ayahuasca ese año, los ingresos rondarían los 62 millones de dólares. Estos ingresos han repercutido positivamente en la economía de muchas familias y comunidades locales, aunque la propiedad de los centros suele recaer en manos extranjeras.

Sin embargo, esta comercialización se ha enfrentado a críticas. Se ha argumentado que la búsqueda de beneficios económicos puede llevar a los organizadores de los retiros a pasar por alto los procesos de admisión de participantes, reducir los protocolos de seguridad o emplear brebajes de ayahuasca más potentes para crear un «viaje inolvidable», lo que puede poner en peligro la salud de los participantes. Además, los centros de retiro suelen estar situados en zonas remotas con servicios médicos limitados, lo que también dificulta la evacuación. No es de extrañar que de las 58 muertes atribuidas al consumo de ayahuasca en los medios de comunicación entre 1994 y 2022, 24 (40%) estuvieran relacionadas con centros de retiros turísticos en países amazónicos. Sin embargo, nuestro informe completo estimó que el número de tomas que se producen en los centros de retiro representa sólo el 5% del total de ayahuasca consumida en todo el mundo.

La comparación entre el número de tomas en los centros de retiro para turistas y el número de muertes que se han producido debería suscitar un debate crucial que lleva años produciéndose, especialmente en lugares como Iquitos. La aplicación de unas normas mínimas de seguridad para la admisión de participantes, la supervisión adecuada durante las ceremonias y la oferta de apoyo para la integración tras la experiencia pueden reducir significativamente los riesgos asociados a la ayahuasca. Tomando medidas proactivas, estos desafortunados accidentes pueden minimizarse significativamente para garantizar una relación más segura y responsable con esta planta medicinal sagrada.

Más información sobre las conclusiones en el resumen ejecutivo de «Ayahuasca, consumo global y mortalidad en los medios». Puedes solicitar el informe completo de 196 páginas aquí.